Existían escuelas, pero como pasaba en otros países la educación estaba por separado, en donde por un lado estaban los samuráis y por el otro los plebeyos. de aquí surgieron cuatro tipos diferentes de escuelas, todas dedicadas enseñar un plan de estudios confuciano: 1) las escuelas oficiales para puestos de liderazgo, que incluían escuelas para los clanes en la mayoría de los dominios feudales 2) cerca de 400 escuelas locales dispersas en las ciudades grandes que con frecuencia eran ramas de las escuelas de los clanes; 3) las academias privadas organizadas por un erudito para instruir a algunos discípulos fueran samuaraís o plebeyos y 4) cerca de 11000 escuelas de escritura, que eran pequeñas escuelas elementales para la práctica de los niños plebeyos.
¿En qué consistían las escuelas de los clanes? Incluían textos clásicos del confucianismo para la preparación moral, artes marciales, historia japonesa y china, caligrafía, composición y etiqueta. Tiempo después se incluyen estudios occidentales como medicina, lenguas extranjeras (inglés y holandés) y ciencia militar. No hay que olvidar que el propósito principal de estas escuelas era desarrollar el carácter en los niños de la elite, destinados a ser lo líderes del futuro de Japón.
Poco a poco surgieron ideas acerca de que no era necesario incluir la idea confuciana (si se quiere obtener la moral y el orden, los de clase baja deben respetar a los de clase alta) sino establecieron propósitos morales, fue así como lo samuráis hicieron algunas reformas dejando a un lado el gobierno feudal.
A diferencia la escuelas locales siguieron si el modelo de los clanes, algunos fueron establecidas por daimyo ilustrados (señores feudales) que prácticamente se derivaban la escuela de clan, para atender a los hijos de los oficiales samuráis; estas escuelas eran vistas para los habitantes una oportunidad para que sus hijos estudiaran; y desde el punto de vista del daimyo, mantenían la educación moral y servían como medio de control del pensamiento, haciendo a los habitantes obedientes. No dejando que ellos dirigieran o que reflexionaran por sí solos sino que se les indicaba lo que harían.
Las escuelas locales que dependían de las escuelas del clan recibían una porción de arroz como apoyo del daimyo y eran supervisadas minuciosamente. No solo eran las escuelas que dependían de los clanes, aunque habían otras financieramente independientes estaban bajo el control del clan y se les requería atenerse a la filosofía confuciana.
Hacia el final del periodo Tokugawa el daymo permitió que los hijos de los líderes de las villas y de los granjeros ricos como sabemos que estaban destinados al liderazgo, fueran admitidos a estudiar en la escuela local junto con los hijos de los samuráis. Con esta unión se ofreció una oportunidad para la movilidad social.
Las academias privadas
Estas academias ofrecían una preparación para saber leer y escribir, aceptaban a hijos talentosos de sacerdotes, granjeros y comerciantes. Se enseñaba el confucianismo pero no eran oficiales, el erudito podía exponer sus interpretaciones, sus inconformidades con base a la doctrina.
Durante los tiempos feudales no se atendió la educación del hombre común, ya que los gobernantes sostenían que el pueblo solo debería de obedecer, es decir, lo último que estos querían era que manifestaran sus ideas o inconformidades, debido a esto se les asignó a éstos un maestro confuciano, quien se ocupaba de dar conferencias-sermones sobre las virtudes de obediencia sobre las virtudes de obediencia, diligencia, amor filial, humildad y lealtad.
Al aumentar la riqueza p de escritura o terakoya, donde se inculcaba la cultura confuciana y se daba una enseñanza vocacional práctica. Estas escuelas no solo ofrecían la lectura y la escritura de obras morales confucianas y de budistas, sino también materias como aritmética con el ábaco y correspondencia de negocios, dicha preparación le servía para sobrevivir en una sociedad feudal y continuar con la ocupación de sus padres.
Refiriendonos a los maestros salían de entre los sacerdotes budistas y sintonías, de entre médicos, samuráis, granjeros ricos y mujeres. La escuela atendía aproximadamente a 30 alumnos que eran instruidos por un maestro, su esposa y varios alumnos mayores. El pago era modesto, se les daba lo dispensable. Podemos ver que el número de estas escuelas creció rápidamente a partir de 180 y hasta 1868 algunos plebeyos seguían mandando a sus hijos.
COMO BASE DE LA EDUCACIÓN MODERNA
Las principales escuelas feudales de Japón fueron notablemente productivas, a pesar de que no se contaba en algunos países occidentales con un sistema escolar nacional. Esto quiere decir, que alcanzaban su propósito central el cual era inculcar valores morales para el desarrollo del carácter.
En el siglo XIX se quería que los estudios occidentales se incluyeran en los programas, los cuales fueron aceptados siempre y cuando se apegaran a la ciencia y no a ideologías extranjeras. Al llegar a 1850, Japón producía su propio cuerpo de especialistas, con ideas modernas, la nación ya contaba con un sistema de educación escolar desarrollado, especializado y disciplinado. Es así como Japón estaba listo, contaba ya con gente preparada y parte de los ciudadanos eran letrados. Japón ardió en curiosidad intelectual por el occidente, se reconoció que era esencial un sistema de educación universal para establecer un estado moderno.
En 1867 la transición del feudalismo transcurrió con poco disturbios, el emperador Meiji fue “restaurado” en el trono por un grupo de resueltos jóvenes revolucionarios, quiénes querían cerrar esa relación con el occidente, pero para algunos era necesaria la educación universal para poder progresar.
En abril de 1868, el emperador Mutsuhito promulgó una carta-juramento de cinco artículos que declaraba los principios sobre los cuales se basaría el gobierno imperial, la cual comunicaba que en la educación se debería de buscar el conocimiento en todo el mundo para así fortalecer las bases de la política imperial. Se llevó a cabo la oligarquía, es decir, se enviaron estudiantes a Occidente para conocer su enseñanza y tecnología. Los estudios eran adecuados ya que los alumnos adquirían conocimiento sobre la ciencia, Tecnología, industria, derecho y educación. En ese entonces Japón tenía pocas instituciones modernas, fue así como comenzaron a obtener ideas de los demás países, de igual manera buscaban el conocimiento a través del mundo, fueron importando, junto con otros países revisaban el derecho penal y estrategias para el ejército. Al igual que técnicas de tejer, acuñar moneda, construir y operar ferrocarriles y organizar la marina; especialistas alemanes que les enseñaron métodos de local, medicina y fabricación de cerveza, entre otras cosas. Vemos que Japón fue avanzado con la aportación de otros países.
La educación estadounidense como modelo educativo.
Se conoce que estados unidos tenía una gran influencia dominante sobre la modernización del sistema educativo japonés. Después de años, los japoneses toman ideas de este país sobre la educación.
La educación hasta ese tiempo se había basado en los estudios de la moral confuciana sirviendo como camino para la humanidad. Debido a que el país observaba ideas del occidente, concluyeron que “lo que realmente se requiere es aprender lo más cercano a las necesidades de la vida cotidiana del hombre”, y en esos tiempos el liberalismo y el utilitarismo salieron victoriosos, dejando a un lado las ideas confucianas. Fue así como se comenzaron a establecer universidades con planes de estudios occidentales, remplazando el colegio confuciano, el shokeiko. Después de muchas transformaciones se convirtió en la institución de mayor prestigio: la universidad imperial de Tokio.
El código educativo de 1872
En este código se estableció un plan para crear un sistema educativo moderno a escala nacional, copiando el sistema uniforme y centralizado de Francia, iniciado por Napoleón en 1854, se dividió a Japón en ochos distritos universitarios. Haciendo énfasis en los aspectos del código, este manifestaba que: el aprendizaje es la clave del triunfo de la vida y que nadie debería de descuidarla, era un deber seguir aprendiendo. Es por esto que en el departamento de Educación establecerá que no exista una comunidad con personas analfabetas, ni familias. Cada padre o tutor debería cuidar a sus niños dándole la atención, asegurando que éstos asistan a la escuela, y a los padres que no serán juzgados por incumplimiento del deber. fue así como se concibió la educación obligatoria para todos los niños y las niñas entre seis y 14 años de edad, fue con esto que se promovió la igualdad de oportunidades educativas, ya que se les proporcionó tanto a las niñas como niños la oportunidad de aprender. En cuanto a los niveles, la educación retomó el sistema escolar estadounidense, que proveía tres niveles de educación (elemental secundario y superior) así se les daba las herramientas a todos los niños para que aprendieran y desarrollaran sus habilidades. Con esto se necesitaban más escuelas por lo que se establecieron muchas, todo con el fín de poder cumplir con las necesidades de los educandos. Aunque por lo general las escuelas eran pequeñas, con uno o dos maestros responsables aproximadamente de 80 estudiantes. También podemos ver que en 1876 de 52 262 maestros, solo uno de cada seis había sido preparado en las nuevas escuelas normalistas, y eran muchos que no estaban preparados pero aún así seguían ejerciéndose como tal.
Entre el año de 1872 mientras se establecían algunas escuelas en Japón, el gobierno japonés envió una misión al occidente encabezado por el príncipe Tomomi Iwakura al que lo acompañaban líderes de Meiji de mayor influencia, estos se encargaron de csocializar con los demás países para poder establecer un sistema educativo que pudiera elevar las condiciones intelectuales, morales y físicas de Japón, ante esto cada respuesta obtenida la colocaban en un libro titulado “la educación en Japón”. Es interesante saber que éstos personajes se preocupaban por tener la información necesaria para poder brindar una educación favorable ya que investigaban, visitaban escuelas para tener un panorama general y poder aplicarlos en su país “Japón”; una de los aspectos que pudieron deducir era que en Japón se necesitaba asegurar la independencia y la libertad, y que era importante establecer escuelas. De igual manera concebían la educación de masa como un ejército moderno, no simplemente dando armas a los soldados, sino ofrecer educación a toda la gente… sin discriminación de clase o rango”..
Con todo esto, se logró en 1875 lo siguiente: la introducción de una escuela elemental por grados y para ambos sexos; el uso de medios visuales como mapas y pizarrones en las escuelas normales; la introducción de la ciencia, la historia y la geografía occidentales en la escuela elemental; la organización de conferencias regionales por un mes en todo el país para dar capacitación docente a los profesores en servicio y la extensión de la educación de mujeres. Podemos ver que a diferencia de otros países ya estudiados, la mujer no era considerada inferior, al contrario se le brindaba la oportunidad de asistir a las escuelas.
La influencia de los principios de Pestalozzi
Como es grato saber, los japoneses seguían interesándose por obtener escuelas que ayudaran a la sociedad, ya pudimos conocer anteriormente todo lo que se logró. Pero para esto los de Japón tuvieron que basarse en ciertas técnicas pedagógicas, en los cuales mencionamos los principios de Johann Pestalozzi el cual sostenía que la educación debería de seguir el desarrollo del niño, en lugar de imponérsela, como lo hacían los confucianos. Éste educador criticó la insistencia en la memorización mecánica y enseñó, en cambio, mediante la experiencia directa con objetos y modelos. Podemos ver que le interesaba darle al niño conocimientos pero de manera que él pudiera interactuar con la información, no solo permitir la memorización sino llevarlo a la práctica, llevando a cabo distintas habilidades como observar, manipular, interpretar.
Lo que se pretendía era colocar al niño en posesión de sus facultades mentales, no solo meter las cosas por la fuerza en la mente humana, sin mostrar cómo o por qué eran adecuadas o juiciosas. Así mismo se mostraba la importancia del maestro, ya que éste ayudará a que se logré lo antes mencionado, el maestro debe ser una persona de rápida percepción respecto al carácter del niño y que simpatice con la naturaleza del mismo. De esta forma, en 872 el profesor de California M. Scott introdujo los principios de Pestalozzi en Japón. Fue lógico que al aceptar las distintos cambios trajo inconformidad por parte de lo que aceptaban las ideas confucianas, estos opinaban que si se consideraba mucho al niño, se perderían los valores familiares tradicionales , además se argumentaba que las escuelas eran muy costosas y debido a la pobreza para muchos era imposible. Con este problema fue como nuevamente comenzaron las reformas y se propuso una solución “la descentralización”, pero para muchos no era creíble, pensando que era una estrategia para pedir más impuestos, a consecuencia de esto muchas escuelas elementales fueron clausuradas. A pesar de muchos desacuerdos años más tarde el gobierno volvió a tomar las riendas del país, instituyendo por tres años la educación obligatoria.
En los años de 1877 existieron movimientos por los derechos del pueblo, que exigía un gobierno parlamentario y mayor libertad. La oligarquía, es decir, solo el poder en unos cuantos estaba resuelta a constituir una nación moderna y fuerte, pero no estaba dispuestas a autorizar unos derechos populares que podían amenazar su domino, fue con esto que volvió el autoritarismo en todos los terrenos. Se comenzaron a rechazar la educación de Pestalozzi, fue como Motoda emperador de Meiji, criticó los textos occidentales de moral, como responsables de la baja de la moral pública y la destrucción del sistema de familia, autorizando textos sobre moral, basados en el confucianismo y lo distribuyó a todas las escuela.
En 1880 todo ya estaba decidido, la ordenanza dominada por Motoda se aplicarían, colocando ante todo la moral en el plan de estudios, curso de moral, se introdujo la instrucción militar para mejorar la disciplina moral, intelectual y física. La historia universal fue sustituida por la historia japonesa en las escuelas primarias. De igual manera los confucianos volvieron a las escuelas destituyendo a los no confucianos, se publicaron manuales para maestros de educación elemental solicitando evitar los principios liberales que habían aprendido en las escuelas normales y volver a la fe de sus padres. Así mismo Mori fue otro personaje que aportó ideas sobre cómo regir a las escuelas, manifestando y poniendo énfasis de la educación para las necesidades del Estado, y sobre todo la moral nacional. Se pretendía preparar para el servicio del estado. A la escuela normal se le dio tarea de preparar maestros que promovieran el nacionalismo en los jóvenes, los cuales habitaban en dormitorios similares a cuarteles. Es así como después las escuelas quedaron sometidas a un control gubernamental más estricto ( solo la educación elemental o primaria sería para todo y la secundaria para los escogidos). Podemos darnos cuenta que se volvió con la discriminación hacia los más pobres, sobre todo los hijos de los campesinos, quiénes si querían que sus hijos pudieran ser considerados tenían que donar algunas tierras, además al estar separados los de clase baja se les daba la instrucción moral, en cambio a la clase alta los mejores puestos.
El decreto imperial sobre educación: 1890
Ese documento alega la mejora del prestigio imperial, y por medio del emperador, del poder de la oligarquía. El decreto concluye que la base de toda educación era la doctrina de veneración al emperador, combinada con la ideología confuciana de lealtad, piedad, filial y obediencia a los superiores. Todo se destinó a servir los nuevos valores nacionales. El decreto de 1890 se convirtió en la filosofía japonesa de la educación y hasta en la filosofía de la vida nacional durante los 55 años siguientes. Fue así como las fuentes de la moral japonesa provenían de dentro: del confucianismo y nacionalismo.
El decreto se volvió el credo de la educación nacionalista, aprendido y recitado por todos los estudiantes. De igual manera el decreto estableció una filosofía uniforme y un contenido para la historia, geografía, lengua nacional, literatura, música y otras materias. Los maestros inculcaban el dogma de que Japón era un estado-familia único, bajo un padre –emperador. Aunque el decreto imperial eliminó el proceso de modernización, ofreció un sistema de valores que unificaron a la nación y preparó al pueblo para los sacrificios que siguieron durante las guerras.
Interpretando el decreto, éste llegó a limitar la libertad de pensamiento, de enseñanza y de investigación.
Concluyo en que la idea confuciana a pesar de no llevarse a cabo en algunos años, volvió a tener importancia, sobre todo el nacionalismo estuvieron presentes desgraciadamente para los ciudadanos. Las ideas de dogmatizar sobre temas de la moral pero en donde el pueblo de clase baja tenía que respetar a los de clase alta si se quería tener el orden y la armonía. Fue interesante conocer como el poder solo se pretende concentrar en algunos (oligarquía) y se deja a un lado al pueblo que como hasta ahora es el menos considerado. Aunque en algunos años Japón creó la historia universal en las escuelas basándose en ideas de otros países y por este tiempo se le permitió a este país tener los principios de igualdad, equidad y sobre todo no se manejaba la discriminación, ni por ser de clase baja ni por ser mujer.
Desgraciadamente se volvió al autoritarismo, imposición, discriminación y veneración al estado.